miércoles, 30 de enero de 2013

Playas sucias



La contaminación del mar comienza en las costas. Ésta es otra de las grandes amenazas a la que se enfrentan las costas mexicanas: los vertidos de aguas residuales urbanas e industriales sin depurar que se producen minuto a minuto. En México solo se trata el 40.2 por ciento de las aguas residuales. Y las autoridades hacen muy poco para incrementar este porcentaje. De hecho, cada segundo se vierten a las cuencas 124 mil litros de aguas sin tratar.
La principal causa de la contaminación de las playas mexicanas es el drenaje que vierte sus aguas negras directamente al mar. Las plantas de tratamiento del país son insuficientes y varias de ellas funcionan mal: de las 1,481 existentes, 178 están inactivas. Veracruz es el estado costero que mayor volumen de aguas negras vierte: arroja más de 15 mil litros ¡cada segundo!
De los 154 municipios con costa en el país, únicamente la mitad cuenta con plantas de tratamiento de aguas negras. Sin embargo, de los 77 municipios que sí cuentan con infraestructura para el saneamiento de aguas, una parte no funciona al 100 por ciento de su capacidad y otra parte tiene una capacidad menor a la necesaria.
En contraparte, estados costeros como Campeche y Yucatán tratan apenas 1.9 y 4.4 por ciento de sus aguas residuales, respectivamente. En Veracruz, Jalisco y Campeche se ubican las playas más contaminadas del país.
El vertido de aguas negras a las costas afecta directamente a casi 3 millones de personas que viven en municipios costeros. A esta cifra se deben agregar los turistas que visitan las playas.

Un mar de riesgos
Nadar en aguas insalubres implica poner en riesgo la salud, pues tal audacia puede provocar irritación en la piel, infecciones en oídos, ojos y aparato respiratorio, malestar estomacal y hasta diarrea por infecciones gastrointestinales.
El problema no termina en la salud humana. Debido a la contaminación de las zonas costeras y a las descargas agrícolas, domésticas e industriales, se han encontrado en ostiones y peces que llegan a nuestras mesas sustancias tóxicas como cadmio, plomo, mercurio, cobre, zinc, compuestos orgánicos persistentes como plaguicidas, hidrocarburos y bacterias de salmonella y de cólera.
Las secretarías de Medio Ambiente (Semarnat), Salud, Marina y Turismo son responsables del Sistema Nacional de Información sobre la Calidad del Agua en Playas. Es su deber informar veraz y oportunamente cuál es la calidad bacteriológica del agua en los destinos turísticos, para que la ciudadanía conozca los riesgos que enfrenta en algunas zonas. Sin embargo, no lo hacen.
Es por eso que a lo largo de la campaña por playas limpias, Greenpeace ha actuado para exigir a las autoridades de diversos niveles que cumplan con su responsabilidad:
  • la Semarnat debe informar antes de cada periodo vacacional cuál es el estado de las playas; Greenpeace impidió que esta dependencia trivializara el grado de contaminación y exigió que hiciera accesible esa información a la ciudadanía que visita las playas;
  • la Secretaría de Salud, a través de la Cofepris, debe tomar medidas claras en beneficio de la población cuando el grado de contaminación representa una amenaza para la salud;
  • la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Procuraduría Federal para la Protección del Medio Ambiente (Profepa) tienen la responsabilidad de clausurar desagües ilegales y debe hacerlo;
  • los municipios tienen la responsabilidad constitucional de tratar sus aguas residuales;
  • la Secretaría de Hacienda debe atender el problema de raíz: dar más recursos a los municipios costeros a fin de que el 100 por ciento de las aguas negras sean tratadas en vez de ser vertidas directamente al mar.

lunes, 28 de enero de 2013

El Gran Arrecife Maya



El Gran Arrecife Maya, llamado también Mesoamericano, está ubicado en las costas de Cancún y la Riviera Maya. Mide más de 1,000 kilómetros de largo y es el segundo más grande del mundo, después de la Gran Barrera Arrecifal Australiana que tiene una longitud de 2,500 kilómetros. 

El maravilloso Arrecife Maya nace en Cabo Catoche, al norte de Quintana Roo y se extiende hasta las costas de Belice, Guatemala y Honduras.

Este paraíso submarino es uno de los mejores lugares del mundo para practicar buceo y snorkeling, ya que la impecable transparencia del Caribe mexicano permite a la luz solar traspasar hasta grandes profundidades. Esta joya de la biodiversidad alberga una gran cantidad de organismos, incluyendo más de 65 tipos de coral y 500 especies de peces, entre las cuales se encuentran la langosta espinosa, el caracol rosado, tortugas blancas, carey y caguamas, delfines y tiburones ballena.

Asociados con el sistema arrecifal se encuentran amplias extensiones de humedales, praderas de pastos marinos, lagunas y bosques de manglar que a su vez sirven de protección a ecosistemas costeros.

Desafortunadamente, los sistemas de coral del mundo están amenazados por factores que pueden llegar a romper la armonía del ecosistema. Es muy importante tener estrategias de conservación porque los sistemas coralinos son muy frágiles, la contaminación y actividades turísticas mal administradas les causan graves desequilibrios.

Una iniciativa del World Wildlife Fund propone unificar los esfuerzos de estos cuatro países para constituir una gran Área Natural Protegida con el fin de establecer instrumentos para conservar la biodiversidad y desarrollar el ecoturismo.

lunes, 7 de enero de 2013

Una reserva marina de México bate récords de recuperación de fauna





La reserva marina del Parque Nacional de Cabo Pulmo en Baja California ha batido todos los récords de recuperación de fauna al ver cuadruplicado su número de peces en los últimos diez años.
Así lo explica un estudio de la institución estadounidense Scripps de Oceanografía de la Universidad de California, San Diego (UCSD, por su sigla en inglés), publicado en la revista Public Library of Science, que analiza la evolución del ecosistema de la reserva entre 1999 y 2009.
Cabo Pulmo era hasta 1995 un arrecife sobreexplotado por la intensa actividad pesquera, pero en ese año la población local consiguió que el parque fuera incorporado al Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
Entre 1999 y 2009, el número de peces de la reserva creció un 460 % gracias a la regulación del área y a que se protegieron las zonas reproductivas de los grandes depredadores.
Además, la reserva duplicó su riqueza de especies hasta convertirse en un parque de alta biodiversidad; en 1999 sólo había peces de talla mediana, pero hoy en día abundan los grandes peces loro, los meros, los pargos e incluso los tiburones.
Para los autores del estudio, lo más importante es que su investigación demuestra que la fauna de un arrecife explotado puede recuperarse al mismo nivel que la de otros donde nunca ha existido actividad pesquera.
La recuperación de la vida marina en Cabo Pulmo ha contribuido además a la economía de la zona donde está ubicada, al generar negocios de ecoturismo, como el buceo alrededor de los arrecifes y el kayak.
Por eso, los investigadores de la UCSD esperan que la recuperación de Cabo Pulmo sirva de ejemplo y motivación para la conservación de los ecosistemas marinos.

viernes, 4 de enero de 2013

El tiburón zorro, otro tesoro de la reserva marina de Filipinas




Filipinas es uno de los pocos lugares del planeta donde los submarinistas pueden contemplar en mar abierto al escurridizo tiburón zorro, al borde de la extinción y conocido por su enorme cola en forma de hoz.
Los entusiastas de este deporte acuden cada vez en mayor número a esta isla, situada al norte de Cebú en la región central de las Visayas, donde las empresas de buceo les ofrecen la posibilidad de ver "in situ" a uno de los escualos más espectaculares y raros durante todo el año.
El tiburón zorro o zorro marino -alopias vulpinus- puede llegar a medir hasta seis metros de largo desde la punta del hocico hasta el extremo de su larguísima aleta caudal, y puede pesar casi media tonelada.
De color azul o grisáceo en la parte superior del lomo y blanco en la barriga, su característica distintiva en su larga cola, que suele medir lo mismo que el resto del cuerpo y que emplea como principal arma para capturar sus presas, pues pese a su tamaño tiene una mandíbula más pequeña que las de otros tiburones pelágicos como el mako, el tigre o el de punta blanca.
Cazador solitario, rodea a los bancos de peces mientras golpea con fuerza la superficie del agua para lograr que se asusten y se agrupen, y en un ataque posterior, asesta fuertes coletazos para aturdirles y poder devorarles en la última embestida.
Tal es el dominio y la fortaleza de su descomunal aleta caudal que puede apresar con la misma técnica aves marinas que se posan en la superficie, y sería capaz de decapitar a un hombre adulto si se cruzara en su camino, relatan los pescadores locales.
Aunque habita las aguas tropicales de todos los océanos e incluso en el Mediterráneo, su extrema timidez y costumbre de alimentarse lejos de la costa hace casi imposible que pueda ser visto por los submarinistas.
Pero en Malapascua, los submarinistas descubrieron hace diez años una pequeña meseta a no excesiva profundidad -25 metros- que cruzan al alba los tiburones zorros antes de dirigirse hacia su habitual "desayuno" de pescadillas y atún.
De esta forma, cuando asoman los primeros rayos de sol es necesario estar listo para zambullirse, llegar al fondo y ocultarse detrás del coral para esperar, nunca se sabe durante cuánto tiempo, la llegada de escualo.
Cuando aparecen, "es como un fantasma de las profundidades", indicó a Efe Jiggy Santillan, una aficionada local al buceo, tras finalizar la inmersión durante la cual pudo contemplarlos por primera vez.
"Definitivamente, merece la pena levantarse a las cuatro de la madrugada, la hora y media de viaje de barca y casi cuarenta minutos de espera, ahora sólo quiero esperar a verlos de nuevo mañana", agregó.
La isla de Malapascua está situada en el llamado "corredor de biodiversidad marina" de Daanbantayan, una zona protegida de las Visayas donde está terminantemente prohibida la pesca de cualquier tipo de fauna marina, gracias a un proyecto financiado por el Banco Asiático de Desarrollo.
Sin embargo, en otros países, sobre todo en Japón, sí se permiten las capturas de éste y otros escualos pues, al igual que el cerdo, se trata de un animal que se aprovecha casi entero, desde su carne hasta el aceite que se extrae de su hígado, y el zorro marino es el más apreciado para elaborar la sopa de aleta de tiburón.
La pesca abusiva comercial y la costumbre ilegal de cortarles las extremidades y devolverles sin ellas al mar han llevado a una drástica reducción de sus poblaciones en todos los mares, hasta el punto de figurar en la lista de especies en peligro de extinción de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza.
Fuente: EFE

miércoles, 2 de enero de 2013

Protección del medio marino




Los océanos cubren las dos terceras partes de la superficie de la Tierra y su protección se ha convertido en una de las principales cuestiones de las que se ocupan las Naciones Unidas. La atención de la comunidad mundial se ha centrado en los océanos y los mares gracias a la labor del PNUMA, sobre todo sus diversas iniciativas encaminadas a proteger el medio marino. La Organización Marítima Internacional (OMI) es el organismo especializado de las Naciones Unidas encargado de tomar medidas para prevenir la contaminación marina proveniente de los buques y mejorar la seguridad del transporte marítimo internacional. Pese a que este último se ha incrementado de manera espectacular, la contaminación del mar por petróleo procedente de buques disminuyó un 60% en el decenio de 1980 y los derrames de petróleo se han reducido notablemente en los últimos 20% años. Esto se debe en parte a la utilización de mejores métodos para controlar la eliminación de desechos y a que los convenios han impuesto controles más estrictos.
El Convenio internacional para prevenir la contaminación de las aguas del mar por hidrocarburos, el primero sobre este tema, se aprobó en 1954, y en 1959 la OMI asumió la responsabilidad de administrarlo. A finales de los años sesenta se tomaron nuevas medidas a raíz de una serie de graves accidente de buques petroleros. Desde entonces la OMI ha adoptado numerosas medidas para prevenir los accidentes y derrames de petróleo en el mar, minimizar sus consecuencias y luchar contra la contaminación marina, incluida la causada por el vertido de desechos generados por actividades en tierra.
Los principales tratados son el Convenio internacional relativo a la intervención en alta mar en casos de accidentes que causen una contaminación por hidrocarburos (1969), el Convenio sobre la prevención de la contaminación del mar por vertimiento de desechos y otras materias (1972), y el Convenio internacional sobre cooperación, preparación y lucha contra la contaminación por hidrocarburos (1990).
La OMI también se ha ocupado de los peligros que para el medio ambiente plantean ciertas operaciones habituales, como la limpieza de los tanques de los buques petroleros y la eliminación de los desechos d las salas de máquinas, actividades que medidas en toneladas de vertido plantean más problemas que los accidentes. El principal instrumento en relación con este tema es el Convenio internacional para prevenir la contaminación por los buques (1973), modificado por su Protocolo de 1978 (MARPOL 73/78). Este Convenio abarca no sólo la contaminación accidental por hidrocarburos y la causada por operaciones realizadas en el mar, sino también la provocada por sustancias químicas, mercancías envasadas, aguas residuales y basura. De conformidad con las enmiendas al Convenio aprobadas en 1992, los nuevos buques petroleros están obligados a tener doble casco o un diseño que ofrezca una protección equivalente del cargamento en caso de colisión o encalladura. Asimismo el MARPOL 73/78 cuenta con cinco anexos:
•             Anexo I: reglas para prevenir la contaminación por hidrocarburos
•             Anexo II: Reglas para prevenir la contaminación por sustancias nocivas líquidas transportadas
•             Anexo III: Reglas para prevenir la contaminación por sustancias perjudiciales transportadas por mar en bultos
•             Anexo IV: Reglas para prevenir la contaminación por las aguas sucias de los buques
•             Anexo V: Reglas para prevenir la contaminación por las basuras de los buques
Dos tratados de la OMI, a saber, el Convenio internacional de responsabilidad civil por daños causados por contaminación de las aguas por hidrocarburos y el Convenio internacional de constitución de un fondo internacional de indemnización de daños causados por la contaminación de hidrocarburos, establecen un sistema de indemnización para cubrir los daños financieros producidos por la contaminación. Los tratados, aprobados en 1969 y 1971 respectivamente y revisados en 1992, permiten a las víctimas de la contaminación por hidrocarburos obtener indemnizaciones de manera mucho más sencilla y rápida que antes.