El Tiburón blanco, el gran depredador marino,
es en la actualidad un animal en peligro de extinción. Aunque es una de las
especies que menos ha evolucionado desde la prehistoria (de hecho las
diferencias entre el Carcharias y el Carcharodon Megalodon prehistórico son
mínimas) nunca exceptuando los últimos años, los científicos han procurado
establecer patrones de comportamiento de este animal.
El gran blanco es una especie de tiburón
lamniforme que se encuentra en las aguas de todos los océanos del mundo. Los
tiburones blancos se caracterizan por su gran robustez, en contraste con las
formas aplastadas que suelen lucir otros tiburones.
Su longitud varía en un adulto de 4 a 7
metros (siendo los machos menores que las hembras), aunque se conocen casos de
individuos excepcionales que rebasaban ampliamente esas medidas. En la
actualidad es difícil encontrar un ejemplar que supere los 6 metros de
longitud.
Su boca, grande y redondeada tiene forma de
arco. Esta permanece casi siempre entreabierta, dejando ver al menos una hilera
de dientes de la quijada superior y una o dos de la inferior, mientras el agua
penetra en ella y sale por sus branquias.
Sus dientes son grandes y aserrados con forma
triangular. Detrás de las dos hileras de dientes principales, los tiburones
blancos tienen dos o tres hileras más de dientes. Estos están en continuo
crecimiento para suplir la frecuente caída.
El gran blanco se alimenta principalmente de
los lobos, elefantes y leones marinos, focas y eventualmente de aves. Aunque
los humanos no son parte habitual de su dieta, existen reportes de ataques de
Tiburón blanco principalmente a surfistas. Algunos biólogos estiman que estos
ataques se producen a la similitud de siluetas entre los que practican surf y
las focas cuando uno las ve desde el fondo marino.
El gran blanco también consume carroña,
especialmente la que producida por cadáveres de ballena. Aunque se alimenta en
forma solitaria, existen reportes de ataques colectivos a una ballena. También
consumen una gran cantidad de objetos flotantes por error: en sus estómagos se
ha llegado a encontrar matrículas de
automóvil o neumáticos.
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